La ex vantáztica conversó sobre los años que estuvo en Vantaz Group y detalló cómo su paso por la consultora le permitió llegar al mundo de la minería, a la cual sigue ligada hasta el día de hoy.
Paulina Meirone, psicóloga de la Universidad de Chile, trabajó por más de tres años en Vantaz Group como consultora, su última posición fue Líder de Proyectos y sus vínculos con la organización se siguen manteniendo hasta hoy. Después de su paso por Vantaz fue Gerente de Capital Humano en Deloitte y actualmente es Gerente de Adopción en el programa de Autonomía de BHP. En esta entrevista conversamos sobre su paso por la mayor consultora chilena de minería.
¿Cómo fue tu ingreso a Vantaz?
Recuerdo que me entrevistaron Juan Cariamo y Patrick Hall, los socios de ese entonces. Desde el primer momento, supe que Vantaz era un lugar especial. El viernes que llegué, me recibieron no sólo con un desayuno, sino también con mariachis. Me sorprendió gratamente descubrir su cultura distintiva, que incluía eventos como los viernes de cheese & wine y charlas motivacionales. Estos elementos reflejan perfectamente la cultura vantáztica, que se caracteriza por su calidez, creatividad y un ambiente de trabajo enriquecedor y divertido.
¿Cómo se logra esto de que una empresa en la que estuviste 3 años y medio haya generado este nivel de identificación?
Es increíble. No tengo muchos lugares que me hayan marcado tanto, pero tengo tres que me han dejado una impronta. Uno es BHP que es donde estoy ahora hace 5 años, históricamente BHP fue mi cliente entonces los conozco muy bien. Deloitte fue el camino natural después de Vantaz. Pero Vantaz me permitió hacer amigos, estar con mi familia, pasarlo bien y trabajar. Eso definitivamente me marcó. Construyes un círculo de amistades que te queda, una segunda familia. Hay un estilo donde puedes ser tú mismo.
¿Cuál fue tu mayor desafío en Vantaz?
Mi primer desafío fue insertarme en el mundo de la gestión de cambio, porque no venía con ese conocimiento. Tuve que aprender de qué se trataba. Otro desafío fue trabajar con distintas profesionales, yo venía de consultoras de recursos humanos y entendía ese lenguaje, pero en Vantaz la experiencia era trabajar con muchas otras profesiones y no sólo con psicólogos.
¿Qué cosas de las que aprendiste, has continuado aplicando en tus trabajos posteriores?
La gestión del cambio fue un camino que abracé, nunca más volví al ámbito de recursos humanos. Me quedé en gestión del cambio, especialmente en el contexto de implementaciones tecnológicas. Esta herramienta se convierte en la clave para capitalizar el valor de la tecnología. Un invento tecnológico puede ofrecer múltiples promesas, pero si las personas no lo adoptan, esas promesas se desvanecen. A nivel mundial, se ha comprendido que debemos encargarnos de esto, ya que la tecnología por sí sola no resuelve los problemas. Me enamoré de esta área porque realmente puedes marcar una diferencia si sabes utilizar bien la tecnología.
¿Cómo has visto la iniciativa de la comunidad alumni?
Me he sumado cada vez que se ha organizado algo con los alumni. Es reflejo de lo que menciono, porque mantenemos comunicación y nos hemos ido conociendo, incluso, con gente con la que no coincidimos los mismos años en la empresa. Me alegra saber que los socios se dieron cuenta de que estaba este activo y los capitalizaron.
En los últimos 10 años Vantaz ha cambiado mucho, ¿Cómo te lo imaginas en los próximos 10 años?
Los veo en una versión 2.0, con mucha innovación y constantemente desafiando a sus clientes. Con tecnología avanzada y una gran integración de inteligencia artificial, la cual los ayudará a anticiparse a las necesidades de sus clientes y resolviendo nuevos problemas de manera eficaz y creativa.