Carlos Lobatón Lira, Socio y Country, Manager Vantaz Perú
En un país con tan profunda tradición minera como es Perú, los resultados del estudio “Señales de la Minería”, realizado por Vantaz Group, CESCO y Rumbo Minero América Mining (Grupo Digamma), nos llenan de profunda inquietud y nos llaman a la reflexión y la acción.
31 Mayo 2022
El Índice Global revela que las expectativas se sitúan en terreno pesimista, con un nivel de 31,1 puntos, observándose un dramático deterioro respecto de la situación de hace un año, cuando la perspectiva de los actores del sector era claramente positiva (58,7 puntos).
¿Qué explica este negativismo de una industria tan clave para nuestro país? En primer lugar, un 78% de los consultados en el estudio señala que la situación económica es desfavorable, pero -y he aquí un factor fundamental del pesimismo- un aplastante 94% expresa que la situación social también lo es. Aunque en los ámbitos regulatorios y ambientales hay menos percepción crítica (67% y 51% respectivamente) de todas maneras la expectativa se encuentra en terreno negativo.
Es claro que la situación social es el aspecto que más inquieta a la industria. Un 63% de los consultados cree que los problemas con las comunidades de las zonas de influencia de las mineras, como bloqueos de carreteras, son un riesgo incremental para la continuidad de las operaciones de las empresas del sector en el país. El reporte nos informa que en general, los segmentos de altos ejecutivos tienden a ser más pesimistas que los mandos medios, con excepción de las perspectivas relativas al entorno social, donde estos últimos tienen una percepción rotundamente más negativa: el 100% de los encuestados cree que la situación social es actualmente desfavorable para la actividad.
Pese a lo negativo del entorno, el sector minero peruano sigue teniendo buenas bases para impulsar su crecimiento: casi la totalidad de los encuestados espera que el precio del cobre se mantendrá o aumentará en los próximos 3 a 24 meses, al igual que la demanda y la producción de metal rojo.
Con todos estos elementos sobre la mesa ¿Qué hacer entonces? El estudio nos entrega luces en este sentido. Entre las sugerencias más nombradas están “fortalecer la institucionalidad pública del país” y “aumentar la competitividad de la industria”. Ambos desafíos están muy relacionados, porque mientras no tengamos buenas instituciones, que no cambien voluntariamente las reglas del juego y que operen profesionalmente, resultará muy difícil elevar la productividad de la industria minera peruana.
Pero este es un reto no sólo para la minería, sino también para el país. Y no es un tema de un color político determinado, sino que es de alcance transversal. Si queremos que al Perú le vaya bien, que tenga una economía dinámica que permita el progreso de familias y personas a lo largo y ancho del país, que posibilite que más hogares salgan de la pobreza, que nuestros hijos e hijas se eduquen y logren la vida que desean, debemos tener una minería dinámica, productiva y moderna, social y ambientalmente responsable, que sea un aliado al desarrollo. Y eso se logra con una institucionalidad estable, profesional y acorde a los tiempos actuales.
Descifrando el entorno
En el Departamento de Estudios de Vantaz tenemos una amplia gama de servicios, liderado por especialistas en investigación de mercados, que logran visibilizar insights y datos, lo cual permite a nuestros clientes tomar decisiones informadas, considerando información de demanda, precios, benchmarks y tendencias del sector minero local e internacional.
En los últimos 10 años hemos realizado más de 50 estudios para las áreas de abastecimiento, proyectos, personas, entorno y sustentabilidad, entre otras. Además, contamos con importantes alianzas para desarrollar estudios que aporten a la comunidad minera como “Señales de la Minería”, “Mujer en Minería” y el reporte de “Negociaciones colectivas”.
Para ver más